lunes, 19 de julio de 2010

“El mundo del espectáculo es una gran fantasía”


Germán Daffunchio, cantante de Las Pelotas, dice estar pasando por un buen momento personal y profesional. Aclara qué lugar tiene la fama y el dinero y describe los últimos discos de la banda.


En una entrevista de Patricia Slukich publicada por el diario Los Andes, Daffunchio se muestra conforme con el reciente disco que están presentando y comenta que, como artistas, las canciones son la forma de canalizar lo que les va sucediendo, como la muerte del Bocha Sokol. “Es un renacimiento nuestro, sí; un renacimiento que tiene mucha emoción. No es un disco que haya surgido para competir con este rock superficial que hay, ni nada de eso. Volvimos a las bases para crecer”.

-¿Por qué vivir lejos de Buenos Aires?

La intención de mi partida personal de Buenos Aires fue que necesitaba encontrar el equilibrio entre la realidad y la fantasía. Todo el mundo del espectáculo es una gran fantasía. Y también tenía que criar hijos chicos. Por eso busqué un entorno más cerca de la naturaleza. Buenos Aires está podrido; no sirve para nada.

Siempre está la cuestión del interior, de los que sueñan con ir a Buenos Aires. Pero ahora, ahí, no hay nada. En una época hubo fábricas y trabajo; hoy sólo está bueno si querés ser de esos multimillonarios de la City, que quieren mover guita en la bolsa. Pero nosotros somos músicos, ¿viste?

-¿En otro tiempo tuviste otra mirada sobre Buenos Aires?

- Ahora, para mí, necesito de la naturaleza como parte esencial de la vida. Durante 15 años viajaba todos los fines de semana, en micros de mierda, para tocar en Buenos Aires: en el “under”; y pensaba que si ese era el costo, había que hacerlo. Ahora creo que está bueno sentirse cerca de la montaña.

-No es casual, supongo, que el disco anterior se llame “Basta” y éste último “Despierta”. ¿Hay un tono más reflexivo en Las Pelotas?

-Es algo complejo. En “Basta” estaba la necesidad de abrir los ojos a “esa liviandad” que está afuera, en el mundo. Era como una explosión, un decir: “basta, loco, córtenla con todo esto!”. Y en “Despierta” ya no es el mundo, sino un despertar interno. Hay momentos de la vida en que decís: “me gusta, esto me alcanza; o: la vida no es solamente esto que me hicieron creer”. Es un despertar por ese lado. Como un viaje personal y grupal.


- ¿Qué es lo que hoy te resulta importante?

-Desde chico me gustó la idea de la eterna búsqueda. Y eso que he estado al lado del “oro”, y no me tentó. Sé las cosas que me resultan importantes, que son las que uno se imagina en la caminata.

-¿No te tentó el oro, por qué?

- Yo estuve en ese lugar en el que todo tiende a hacerte creer que sos un semidios. Y eso es una cosa más que hay en la vida, parte de las cosas que se ofrecen dentro del supermercado. Yo empecé con Luca (Prodan, con quien formó la mítica Sumo) en el medio de la Sierra porque no quería saber más nada del mundo; y sólo tenía 20 años. Decidí viajar; quería vivir en el mar, y me sentía en medio del océano. Me junté con Luca y fue como cruzar los escudos, y nunca paré. Conseguir dinero para sobrevivir no es tan díficil; otro plan es querer ser millonario. Para eso tenés que entrar y comprarte todo el supermercado.

-¿En qué etapa de tu vida estás?

- Cada vez voy más a lo profundo. Hacer lo que estamos haciendo cada vez se disfruta más. Es un tiempo en el que empezamos a cosechar lo que sembramos. Nunca me gustó la idea del profeta-líder, buscamos sembrar el acertijo para que vos mismo lo pienses. Y disfruto mucho de eso.

-Hablás de lo afectivo. ¿Es lo que marca hoy tu vida?

- El amor es la alegría del espíritu. Siempre las carencias llevan a las adicciones; o también las grandes necesidades. Si todo es miseria, borrachera y violación: ¿qué tipo ser querés que salga de ahí? Encima, con un Estado que sólo en la cáscara está haciendo educación…: el gran plan de esta globalización, donde unas pocas empresas son dueñas del mundo.

-¿Qué te estimula?

-Hay una cosa magnífica, de la que me puedo sentir orgulloso; y que es que del primer tema al último, decimos las cosas que sentimos. Sigo siendo fiel. Cuando ganó De la Rúa teníamos “Solito vas” como corte de difusión. Hablaba del rey… Tiramos una pálida. Me acuerdo que en los mismos medios nos miraban con cara orto. “Pesimistas de mierda”, nos decían. Y teníamos razón.

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